“Año nuevo…vida nueva...” así dice la letra de una canción venezolana, pero mas que palabras enmarcadas en una melodía es la aspiración de todos los que justo a la medianoche del 31 de diciembre emitiendo gritos de júbilo, derramando lagrimas de llanto, emitimos para lograr que el próximo año se cumplan todos nuestros anhelos.
La familia enmarca los buenos deseos, impulsan, en cierta manera, el esmero personal que cada uno tiene, entre sonrisas y reflexiones se renuevan esperanzas, sencillas y de largo alcance, incluso se llega a ocultar algún deseo por parecernos ilusorio, más en el interior continúa alimentándose, y paso a paso se realiza su búsqueda por dificultosa que ella sea…
Pero para nosotros, dentro de ese cúmulo de emociones, hacemos el cierre triunfal de un año mas en este período que duró 365 días y que bien o mal, estuvo dramatizado en nuestras páginas con momentos que van a quedar para siempre en nuestra memoria y depositadas en nuestro blog y sin detenernos abriremos el telón al siguiente espacio de nuestra vida en donde de nuevo vamos a ser creadores y transcriptores de letras ajenas encontradas en nuestro gran escenario virtual y real de nuestra existencia.
La vida no se detiene, es un constante fluir, correr, moverse… Se nos van para siempre de una manera irrecuperable esos 365 amaneceres que hemos visto juntos o compartido en imágenes, pero vendrán otros 365 nuevos amaneceres, con sus atardeceres y esas ardientes noches de divagaciones al calor de estas letras, Divagaciones, llamadas por nosotros, encerrados entre estas paginas cargadas de alegrías, risas, vivencias, pesares, amores, discusiones, y dulces reconciliaciones, estas mismas páginas donde hemos madurado a paso lento para buscar en la calma de la noche la paciencia que no nos daba el brillo del sol.
En este mismo lugar, hemos dado vida a las estaciones donde antes sólo oscuridad existía y llenado de esperanzas y amor cada rincón de este pequeño mundo idealizado por nuestras fantasías, al calor de noches de verano o tendidos en otoño sobre las alfombras de las hojas secas, en el frío implacable del invierno donde tu amor acompaña cada palabra imaginada por mi mientras esperamos los primeros brotes de una colorida primavera que orgullosamente revestirá con fragancias de duraznos y violetas las pequeñas divas orgullosamente renacidas en este nuevo año que comienza.
Bebamos este último día del año con el dulce sabor del champagne para olvidar el sabor amargo de su despedida. Brindemos, pacientemente, degustemos cada fruto del viñedo con alegría y agradecimiento por lo bueno del pasado, y estrechando el lazo que define el porvenir. Olvidemos con las burbujas del fino licor que cada vez son menos los momentos alegres y mas los que tragamos sin saborear para no sentir la amargura de esta vida apresurada de querer ganarle al tiempo su loca carrera y mientras las campanas suenen anunciando que el año viejo se despide correré a contestar tu llamada para escuchar de tus palabras la renovación de nuestros sueños y esperanzas porque este nuevo año que comienza sea mucho mejor en este lugar en donde no existe distancia insalvable y todo es posible mientras exista amor. Que sea Venturoso el Año Venidero…!!
ILY
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