NO PUDISTE AGUANTAR

Llegado el momento,
la seguridad de la que siempre te jactabas
te abandonó por completo.
Al escuchar el rumor entre la gente
no pudiste dominar tu voz, temblabas,
querías concentrarte y sujetarte de nuevo
pero el destino ya había jugado su carta.
Tus ojos saltones tenían brillo especial,
tu piel verdosa del susto a marrón pasó,
querías sujetarte de nuevo a tu sitio ideal
pero ya era tarde…
Yo paciente esperaba debajo
a que tus manos dejaran de adherirse,
pero no dejabas de mirar la sonrisa en mi boca
y te dejaste caer
Ya con todas las fichas echadas
no hubo manera de echarte hacia atrás
y entraste conmigo a las puertas del infierno..
Ese fue tu mas grande salto
y no pudiste ver la soga alrededor de tu cuello.