
Nuestros caminos son distintos,
mas el hado los trazó de tal manera
que tienen un punto común donde se bifurcan.
En esta ardua encrucijada
que llena nuestros corazones de inquietud
nos miramos fijamente a los ojos:
podemos empezar juntos una nueva senda
o tú continuar tu rumbo y yo el mío,
pero la divina oportunidad de nuestro encuentro
no volverá a repetirse
aunque viviéramos una eternidad.
mas el hado los trazó de tal manera
que tienen un punto común donde se bifurcan.
En esta ardua encrucijada
que llena nuestros corazones de inquietud
nos miramos fijamente a los ojos:
podemos empezar juntos una nueva senda
o tú continuar tu rumbo y yo el mío,
pero la divina oportunidad de nuestro encuentro
no volverá a repetirse
aunque viviéramos una eternidad.
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