La caída de un ángel
Ayer te tenía,
la paz y alegría
mi rostro irradiaban.
Hoy ya no te tengo
me duele esa huida
me dejaste herida
y huellas de tristeza
señalan mi cara.
Añoro tus besos,
te extrañan mis pechos,
sentirme en tu cuerpo,
los dulces abrazos
de mujer enamorada
siento que mi vida
se pierde en la nada.
No tengo alegría
tampoco esperanzas
nada ya me importa
quebraste mis alas,
aprieto los puños
gritándole al cielo
sin control mi rabia
¿Por qué me haces esto?
¿Cuál es el pecado,
que tan alto precio
de Castigo pago?
Suspiros profundos
me afloran del pecho
y una amarga pena
me marchita el alma
Ella dice:
A pesar de las adversidades del tiempo y la distancia, de esas tormentas que el dia a dia nos pone en el camino, es preciso mantener siempre el corazón con luna clara para poder seguir teniendo este sentimiento que nos hace ver brillar el sol detras de las nubes negras que se nos ponen delante, porque estando juntos la tempestad se vuelve calma y el sonido de las gotas al caer se convierte en dulce melodia
El dice:
Nace el año y con cada uno de sus días y sus noches renacen y se estampan
en el alma las palabras divagantes que de cada encuentro, de cada caricia, y de
cada pasión o fantasía desbordadas encuentran en un verso o en silencios su
culminación inconfesada, y por testigos nuestros estarán el sol ruborizado y la
risueña luna bajo cuyo amparo el romance entre nosotros también volverá a
aparecer con el mañana
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