de este lugar pequeño que creamos,
con la luz de nuestro pequeño farolito
vendremos como siempre a enamorarnos.
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La luna, sabedora de tu cercana llegada
se engalana con sus mas vistosas fachas,
se pinta la cara con polvo de estrellas
rivaliza conmigo el centro de tu mirada.
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Pero celosa que soy yo de tu presencia
pretendo opacar hasta su eterea belleza,
tus ojos clavados solo en mi los quiero
y no acepto que nada ni nadie interfiera.
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A las flores las vi colocando el perfume
que se les escapaba por ti en suspiros
pero yo esta noche destilo el dulce aroma
que hace que pierdas tus cinco sentidos.
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Me asomo a la ventana y te veo a lo lejos
me miras esperándote y aceleras tus pasos
me doy un último arreglo...me miro al espejo
abro la puerta y salgo corriendo a tus brazos.
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Otra vez juntos, hoy..apaguemos la luz.
Con ellos por acompañantes y testigos retornando junto a ti,.. Y mis sentidos perciben desde lejos el fresco y dulce aroma que respiras, la piel que reluce con el brillo de fantasías que se esmeran por declarar que quieren ser palpadas esta noche, y abundancia de deseos y cariño en la mirada que dedicas para mi...
ResponderBorrarY cerramos la puerta nuevamente trás nosotros, el farolito de la entrada permanece de vigia, y el quinque enmudece con el soplo de tu boca para permitir que tan sólo sombras parezcamos cuyo idioma son rumores que se dejan envolver como regalos de bienvenida entre las sábanas de la alcoba al encontrarnos...